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NO ONE’S LAND. CLAIMING COMMON SPACES. Crónica de un Festival en Frankfurt

Posted on 20 febrero, 2023

Cristina Híjar González

 

“La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida” nunca más cierto que lo que ocurrió con mi invitación al Festival No One’s Land. Claiming Common Spaces V, realizado en Frankfurt, Alemania del 9 al 12 de febrero pasados. Lina Majdalanie, curadora libanesa además de teatrera y performancera, leyó algún texto mío en internet y felizmente me localizó. Junto con Maximilian Zahn, organizaron este festival apoyados por un maravilloso equipo de colaboradores en el Mousonturm, un gran edificio de ladrillo rojo de los años 20 que fuera una fábrica de jabón, dedicado hoy a actividades culturales, residencias artísticas, talleres, etc. que resultó un gran escenario por los múltiples espacios para albergar instalaciones, coreografías, proyecciones y debates.

 

Entre los objetivos del Festival estuvo el poner en cuestión a los Estados, a las naciones, a las fronteras en un mundo cada vez más complejo y desigual, lleno de exclusiones, entre las que, sin embargo, existen otras fronteras, entresijos, periferias y posibilidades abiertas de otros órdenes posibles, algunos solo vislumbrados pero otros existentes y en curso. Evidente el internacionalismo en acción, nos guiaron afirmaciones contundentes como “no existe tal cosa como una frontera” y “la civilización no puede ser salvada desde arriba” que agruparon diversas expresiones y propuestas reflexivas y artísticas durante cinco días.

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Pasada la bienvenida de los curadores, vino la intervención de Shahram Khosravi, un taxista convertido “accidentalmente” en profesor de antropología de la Universidad de Estocolmo que nos propuso sentirlo todo, incluso nuestras ideas y concepciones, por ejemplo alrededor de las fronteras, tal como el sabor a sal del Mediterráneo. Casi poéticamente, nos compartió lo que las fronteras significan hoy en un mundo globalizado por las razones equivocadas. Fronteras racializadas y generizadas que solo provocan miedo, vergüenza y humillación en tanto “infraestructuras del odio”, muy alejadas de las “funciones mágicas” atribuidas a ellas por los Estados-nación en términos de seguridad. Todo depende de dónde te tocó nacer, a qué raza y clase perteneces y de qué país vienes, incluso para considerarte refugiado, categoría imposible para la gran mayoría de migrantes que se juegan la vida saliendo, cruzando tierra y mares y moviéndose por territorios ajenos apátridas. Fronteras coloniales. Puso dos ejemplos: el de aquel al que le tomó cuatro años ir de Bagdad a Budapest y un segundo de una mujer iraní a quien le negaron la visa en Suecia bajo los argumentos de que no era casada, no tenía hijos, no tenía empleo permanente y era muy joven.

 

Con citas de Fanon, Arendt, Said y Benjamin, hizo un llamado a conspirar contra las fronteras que son “las ruinas del futuro”, a “especular lo imposible” (que me recordó la consigna de Franz Hinkelammert: “frente a la desesperanza, la utopía”) echando a andar la imaginación en el ejercicio de lo político. Finalizó diciendo que para imaginar lo imposible necesitamos del arte. Advertí las coincidencias en nuestros afanes y preocupaciones y así se lo hice saber a Shahram, agradecida por su intervención inspiradora. Le regalé un bello grabado y bordado de Las Hijas de la Luna, con la frase “No perdonamos, no olvidamos”; me dijo: ¡claro! y nos dimos un abrazo sin fronteras.

 

La Fleur TRIO

La Fleur TRIO

 

Asistí a dos eventos increíbles. El primero, La Fleur TRIO. For the Beauty of it, una propuesta coreográfica de danza contemporánea con tres notables bailarines: Alex Mugler de Nueva York, Ordinateur francés y Carlos Martínez, mexicano, con la coreografía de Monika Gintersdorfer y la música a cargo del DJ Litzenberger. De forma individual pero también en conjunto o en parejas, se mueven, bailan, transmiten, proponen un lenguaje de gestos que nos unifica e intercalan palabras y diálogos. Una verdadera explosión de gozo y alegría contra lo no binario, encarnado en Alex, quien propone una pieza “ki-ki” incluyente de todo lo que está fuera de lo hegemónico e invita a bailar a miembrxs de la comunidad LGBT+. Carlos baila al ritmo de los tradicionales sonideros mexicanos contagiando de cumbia a sus pares mientras Ordinateur, “Magic Feet”, da muestra de su extraordinaria técnica en movimiento. Al final, el público baja al escenario para concluir en un gran baile colectivo probando que el gozo y la alegría, la fiesta, también son revolucionarios.

 

Necrópolis

Necrópolis

 

El segundo, Necrópolis del israelí Arkadi Zaides y un gran equipo de colaboradores, entre ellos la argentina Emma Gioia, es un performance perturbador: la ciudad de lxs muertxs. A partir de una lista elaborada desde 1993 por UNITED for Intercultural Action, en donde se registran los migrantes y refugiadxs muertxs en su tránsito a Europa, realizan su propia investigación documental y van ubicando las fosas y tumbas, auxiliados por Google Earth. Invitan a participar localizando uno de estos sitios en nuestro alrededor, realizar la investigación de quién era y visitar la tumba grabando el trayecto, con el celular a la altura del pecho, desde la entrada del lugar al sitio del entierro.

 

Durante la primera parte, en absoluto silencio, observamos la proyección en gran pantalla de sitios de estas características, con su latitud y longitud especificadas, en los alrededores de Frankfurt, donde estábamos. Cada sitio con uno o varios nombres, da cuenta de la crisis forense que se vive, con protocolos rebasados, con tumbas y fosas apenas señalizadas, con miles de NN; un contenedor de la Cruz Roja con 25 cadáveres en espera de ser identificadxs. Los menos tienen el privilegio de ser enterrados con una placa con su nombre. Hombres, mujeres y niños asesinadxs por las fuerzas de seguridad, con suicidios incluidos como el de Roger Kalemba del Congo un día antes de su deportación tras 15 años pidiendo asilo, o lxs muertxs en “accidentes” en el Mediterráneo como los 373 ahogados entre Libia e Italia cuando se incendió su precaria embarcación o lxs muchxs con la misma suerte entre Turquía y Grecia.

 

La segunda parte del evento sucede cuando Arkadi y Emma van colocando trozos de un cadáver muy realista en una mesa. Amorosa y cuidadosamente colocan una a una las piezas de alguien que fue, hasta completar un cuerpo destrozado mientras en la gran pantalla salen datos y frases interpeladoras sobre el derecho y la dignidad de lxs muertxs que solo así logran entrar a Europa; nuestra civilización es sinónimo de barbarie y es una escena del crimen. Ellxs, lxs olvidadxs, se quedaron para conocerlxs. Proponen escuchar todo lo que nos rodea: el pasto, las calles, el ambiente, porque ahí están. El performance concluye con una terrible pregunta: ¿cómo demonios terminamos aquí? Por supuesto no hubo aplausos, solo conmoción, tristeza y profundo malestar.

 

Tras una pausa, hubo un diálogo que incluyó a dos miembros de una organización de apoyo y rescate de migrantes y refugiados que nos dieron el contexto de esta crisis humanitaria. Son muchas las organizaciones que desafían las prohibiciones europeas de no ayudar. Advirtieron que la lista de UNITED consta de 50,000 registros pero que calculan, al menos, el doble de casos. Señalaron la discriminación y racismo prevaleciente en las políticas migratorias, por ejemplo en la diferencia de trato a los refugiados ucranianos (tal cual hace EUA con los migrantes cubanos, venezolanos y nicaragüenses). Insistieron en la necesidad de pelear por la dignidad y los derechos también de los cadáveres, empezando por su derecho a ser identificadxs.

 

Por su parte, Arkadi señaló que era su segundo proyecto sobre fronteras y que siendo un grupo de coreógrafos y bailarines, les resulta imposible “danzar” estas realidades, por lo que entran en conflicto con el movimiento coreográfico ahora depositado en la geolocalización y en los videos grabados con los pasos que buscan las tumbas. Señaló que este proyecto ayudó a corregir y precisar los datos de al menos 200 casos reportados por UNITED y que ahora están trabajando en el proyecto de construir un memorial virtual.

 

Yo participé diciendo que mi país, México, era una enorme fosa clandestina y que les agradecía un proyecto como el presentado: respetuoso, sin estridencias ni soluciones fáciles, justo, y que va más allá por la labor realizada. De esto se trata la praxis estética: informar, comunicar e interpelar para con-mover.

 

Lamenté no haber podido asistir a todo lo programado, como a Mobile Albania’s Omnibus, una propuesta de caminar por Frankfurt para advertir lo común en la vida cotidiana pero también los límites de los espacios y las fronteras urbanas. Caminando, el grupo traspasó áreas prohibidas y cerradas solo para descubrirse bienvenidos por comunidades vecinales que entendieron el propósito de la acción, conociéndose y conociendo su entorno por la mirada colectiva y las conexiones creadas.

 

Tampoco pude ver al Grupo Cena 11/Alejandro Ahmed Dark Matter, una coreografía de un grupo punk brasileño que integró danza, movimiento, luz, proyecciones, ritmos y música para romper las fronteras de lo natural en el espacio digital.

 

The Shire

The Shire III

 

Dos instalaciones formaron parte del Festival: Redemption, de Clara García Fraile, que trata de la transformación del traslado de dos gramos de hachis introducidos en el cuerpo a través de distintos países y fronteras, y cómo éste va cambiando su categoría legal y su valor económico en cada entrada. Objetos, materiales y cuerpos son sometidos a la organización y valoración de cada Estado-nación en particular. Una pared llena de impresiones de boletos y traslados da cuenta del viaje. La segunda, The Shire III, de Luis August Krawen, consistente en la proyección de un video que narra, jugando con la historia y elementos de El Señor de los Anillos, los complejos programas tecnológicos creados para labores de seguridad e inteligencia para proteger las fronteras. Desde Silicon Valley y con la participación y financiamiento de millonarios, académicos, agencias de seguridad y gobierno se crea, en este caso, un complejo programa que pasó de ser contra el terrorismo a ser usado en la frontera México-EUA. Anduril se llama el programa, el nombre de la espada que Aragorn usa contra el mal en la historia de Tolkien. Cualquier teoría de la conspiración se queda corta al advertir lo terrorífico de estas alianzas tecnológicas entre el capital, la seguridad y las labores de inteligencia nacionales.

 

Dos videos: Grossraum (Borders of Europe), de Lonnie Van Brummelen y Siebren de Haan, y Peninsula Tour: Express de Boyong Kim, también plantean nuevas y otras visiones sobre las fronteras. El primero realizando contrastes entre las vistas y paisajes fronterizos con las agresivas políticas implementadas en las fronteras. El segundo, problematizando un viaje entre Seúl en Corea del Sur a Dandong, la ciudad china fronteriza con Corea del Norte usando Google Earth para plantear un imposible encuentro que cuestiona la libertad, la reunificación y la globalización.

 

Varios talleres se llevaron a cabo a lo largo de los días. Uno, Truth Values: Hybride Programmarbeit conducido por NODE switch, proyecto conjunto entre Mousonturm y NODE artes digitales, para explorar colectivamente el status y posibilidades de los trabajos artísticos, hackers, de codificación y multimedia, con el objetivo de planear futuras estrategias de colaboración incluso internacional relacionadas con el espacio digital y la creación de comunidades. El segundo taller, Community of practice, con los artistas que realizaron residencias artísticas de No One’s Land en Mousonturm durante ocho días, explorando cómo fortalecer sus particulares contextos y el denominado sur global con redes y alianzas nuevas. Carlos Martínez, bailarín y coreógrafo mexicano, formó parte de este programa. El tercero y último, There is no such thing as a border, con varios de los artistas exponentes y Shahram Khosravi para cuestionar el concepto de frontera a través de sus vivencias, experimentaciones y particulares perspectivas con el objetivo de compartir los modos y metodologías que los llevaron a crear sus trabajos artísticos sobre el tema. De este modo, con la forma taller, las fronteras se disolvieron para dar lugar a un gran espacio y ejercicio de imaginación colectiva.

 

Por último, un solo panel de discusión Stateless affairs. Civilization cannot be saved from above en el que coincidimos Elif Sarican, Dan Furukawa Marques, Patricia Saif, Gunter Kramp y yo. Los asuntos puestos a la mesa fueron los pueblos sin territorio, la creación de comunidades al margen o en contra del modelo hegemónico del Estado-nación y las alternativas en construcción, autogobiernos y autogestión comunitaria.

 

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Dan, brasileño profesor de sociología en la Universidad de Quebec, habló sobre el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) de Brasil fundado en 1984, su organización y trabajos con 30,000 activistas en 24 de los 27 estados, con 1900 asociaciones agrícolas, 161 cooperativas que agrupan a un millón y medio de campesinos en 2000 asentamientos para 354,000 familias en más de 20 mil hectáreas. Proponen y ejecutan no solo proyectos productivos sino también asuntos tan importantes como la salud y la educación. Por su parte, Elif, activista y feminista kurda nacida en Londres, nos habló de la experiencia de un pueblo-nación en lucha dividido en el territorio de 4 países: Turquía, Siria, Irán e Irak, que ha logrado una ejemplar propuesta de organización política a través del confederalismo democrático. En Rojava, el Kurdistán sirio, con una red de asambleas populares en donde la democracia directa y el autogobierno son una realidad anticapitalista, antipatriarcal y ecológica con la destacada participación de las mujeres organizadas. Importante mencionar la represión y agresiones del gobierno turco. Patricia y Gunter nos compartieron de la vida en comuna a escasas dos horas de Frankfurt, la Kommune Niederkaufungen, fundada en 1986 y que alberga a 60 adultos y 20 niños que comparten ingresos y bienes, trabajo colectivo y un modo de vida cooperativo en donde todos participan. La Kommune es la más grande de Alemania y de tendencia de izquierda, forma parte de una red de 5-6 comunas más con las que realizan reuniones periódicas y prueban la posibilidad de otro modo de vida solidario y cooperativo. Por mi parte, hablé del movimiento zapatista, del Congreso Nacional Indígena y el Concejo Indígena de Gobierno como vanguardias de otro mundo posible en México. También, de la irradiación de su ejemplo en Cherán, en Santa María Ostula y en otras comunidades indígenas y no, en resistencia contra el capitalismo por despojo y los megaproyectos devastadores de todo, pero también en ámbitos urbanos en lucha por memoria, verdad y justicia generadores de comunidades presentes y en lucha. Proyecté imágenes que resultaron muy inspiradoras para el público, en su mayoría alemán. Una bella y alentadora mesa de discusión que nos enriqueció a todxs lxs presentes por la coincidencia evidente en afanes, luchas y resistencias contra los mismos enemigos.

 

Dijo bien Eduardo Galeano en mayo de 2011 con los Indignados en Barcelona:

“Este mundo de mierda está embarazado de otro”.

 

Para ver videos de todo lo aquí comentado, está disponible la página de Facebook:

https://www.facebook.com/Mousonturm

 

Fotos: Mousonturm FB

 

 

 

 

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