Modos de ver: transiciones de Yolanda Ceballos
Posted on 20 junio, 2018 by cenidiap
Alejandra Estrada
La exposición colectiva Modos de ver se exhibió del 26 de enero al 29 de abril de 2018 en el Museo de Arte Carrillo Gil, en la Ciudad de México. Con la curaduría de Tatiana Cuevas, y realizada en coordinación con el Programa Bancomer (quinta edición), el objetivo fue impulsar a nueve artistas jóvenes seleccionados por un jurado y apoyados por asesores de amplio reconocimiento, como Carlos Amorales, a partir de una propuesta de investigación interdisciplinaria centrada en el análisis y discusión de la búsqueda de nuevas formas de producir y ver el arte actual, representado a través de sus diversas prácticas artísticas contemporáneas. Agradezco al Museo de Arte Carrillo Gil la información proporcionada.
Modos de ver, en alusión al célebre libro que John Berger publicado en 1972, así como a la serie de televisión homónima dirigida por el mismo autor, planteó la tesis de que “los modos de ver afectan la forma de interpretar”. Siendo así, se asume que esta perspectiva de interpretación del arte y de la comunicación visual toca, o mejor, trastoca los argumentos que sirvieron como referente a las propuestas de estos nueve artistas emergentes mexicanos.
De esa manera, plantearon obras en las que se privilegiaron nuevas formas de reflexionar, mirar y representar los problemas originados por la ineficiencia en la aplicación de las políticas económicas y sociales, en un enrarecido contexto político como el que actualmente atraviesa el país, todo ello concebido como disparador de nuevos conflictos en el entorno cotidiano. En consecuencia, hubo coincidencia entre los artistas sobre los temas a tratar y en el abordaje de las problemáticas que afectan la vida cotidiana de los habitantes en las grandes urbes, particularmente las capitales (por ejemplo, de los estados de la República Mexicana).
Tras el momento de reflexión, se identificaron los factores que determinan algunos de los problemas contemporáneos que afectan la vida en las ciudades. En lo concerniente a los asentamientos humanos, resalta la situación de las comunidades rurales tradicionales que reciben el impacto del desarrollo urbano y también los barrios populares que nacen o crecen a su sombra; ello, por un lado, agudiza la dificultad para adquirir una vivienda propia y, por otro, cuando en ocasiones se obtiene, sus habitantes padecen los reducidos espacios de las viviendas que otorgan los diferentes organismos gubernamentales como, por ejemplo, el Infonavit y el Fovissste
Ante este panorama, los participantes crearon sus propuestas tratando de atisbar posibles soluciones a problemas lacerantes que afectan a familias enteras. Desde el medio artístico, es decir, desde el campo de la cultura actual (empleando medios expresivos como la instalación, el video y la escultura), hurgaron en alternativas sugerentes para mostrar los problemas y revelar la dimensión humana de los mismos. Del conjunto de propuestas, llamó especialmente mi atención la de Yolanda Ceballos, artista radicada en Monterrey, Nuevo León, desde 1985 y quien suele centrar su trabajo en el diseño arquitectónico artesanal para representar su entorno cotidiano, mismo que, inevitablemente, se ha ido transformando o modificando a través del tiempo y no siempre en beneficio de los que menos tienen. Desde hace cuatro años realiza un estudio sistemático en los alrededores de esa ciudad norteña de México y ha logrado levantar un metódico inventario de 120 casas habitación en sus ciclos traumáticos de destrucción y reconstrucción, poniendo especial atención al registro del testimonio de quienes habitaron en ellas.
Ceballos tomó como referencia de esa situación a esta capital que desde hace décadas presenta graves problemas en su desarrollo urbano, donde se perfila un proceso de destrucción-construcción que se ha estructurado e incrementado para favorecer miniviviendas hacinadas, y donde de manera constante se rehacen y modifican los diferentes entornos que toca con sus maltrechos ideales de progreso.
La obra presentada por esta artista, La teoría de la transición, 2017, aborda en particular la situación de un espacio ubicado en la Calzada Del Valle, que en un tiempo cercano fue lugar de habitación de muchas familias. Trabajó en los espacios abandonados o deteriorados que quedaron como saldos de las demoliciones y propuso, en términos de imaginación, delinear un nuevo campo habitable y un hipotético proceso de reconstrucción. Yolanda Ceballos produjo su propia teoría que justifica la obra; a partir de la “teoría de la transición” reformuló tres conceptos derivados: destrucción, habitación y reconstrucción. Con esta tríada planteó el problema de las transformaciones urbanas y habitacionales, representadas artísticamente a través del video, el dibujo y la escultura.
La vivienda, concebida como “icono habitacional”, el espacio que algún día se vivenció como hogar, como nicho propio, está destruido. Será la artista quien con sus artilugios e ingenios deconstruya los procesos, los transforme y reconstruya las memorias y los sueños de los desplazados.
Los elementos que componían la obra presentada en el Carrillo Gil estuvieron determinados por temáticas de diferentes etapas de transición. En la primera pieza, “Teoría de la transición: la destrucción”, video HD de aproximadamente cuatro minutos de duración, se apreciaba la imagen de un terreno baldío con rastros de construcciones: un lugar árido, con tierra de color café, árboles (cuyas hojas se movían parsimoniosamente) y un ambiente melancólico. Se apreciaba el vacío, el “no sitio,” según los términos de la autora.
La segunda pieza fue Teoría de la transición: habitación, un gran dibujo trazado con carboncillo sobre tablarroca. En ese trabajo, Ceballos realizó una representación gráfica bidimensional, que creaba la ilusión óptica de tridimensionalidad. La realización del dibujo, según explicó, estuvo gobernada por la memoria, la cual evocaba lo que había sido una casa y sus espacios: las habitaciones, los baños, la cocina, los patios y otras áreas. A la manera del arte-acción o performance, buscó con sus trazos las posibles formas irregulares y líneas onduladas constituyentes de una construcción, para luego dibujarlas, trazarlas y configurar espacios virtuales, repitiendo el esquema varias veces por medio de la sobreposición de líneas continuas hasta lograr un signo algo confuso, enmarañado, discutible, como evocación del lugar antes habitable. Para realizar este grafismo, asumió las proporciones antropométricas propias: usó su cuerpo como canon de medida para dimensionar el espacio y vincular, simbólicamente, la corporeidad con la casa destruida y ahora rememorada.
En la tercera y última pieza, Teoría de la transición: reconstrucción, partió del dibujo anterior para realizar una escultura tridimensional filiforme, ejecutada con varios materiales como alambrón, maya de alambre y barro. Fue urdiendo el armazón con el empleo de recursos compositivos tales como líneas horizontales, verticales y/o curvas, hasta lograr un entramado en equilibrio en el que cada varilla ranurada se unía para crear un ritmo constante que le daba el significado buscado: el bosquejo, la sinopsis, de una construcción habitable, una vivienda. Los elementos que representaban los muros estaban elaborados con un recubrimiento de barro, para convocar con su materialidad natural lo más típico del estilo arquitectónico vernáculo y primitivo de las autoconstrucciones rurales o barriales. Los planos de barro estaban colocados de forma vertical y horizontal, de manera que delimitaban los espacios de la casa, dándole así un sentido a lo que sustituye: lo ausente.
Yolanda Ceballos nos mostró una obra creada a partir de una idea-proceso contundente (la tríada destrucción, habitación y reconstrucción), materializada mediante aproximaciones sistemáticas a los diferentes procesos de representación y transformación de su entorno cotidiano. A lo largo de su investigación, exploró la configuración del lugar y del espacio en una de las ciudades más urbanizadas de México, la que, como un animal vivo, pero inconsciente, devora, para crecer, todo lo que se pone a su paso.
A través de diferentes productos matéricos y visuales, como el video, el dibujo y la escultura, la artista logró evocar las transformaciones del espacio urbano al transitar de lo construido al vacío, de lo vivo al páramo. En esta ocasión, Ceballos trabajó con esas nuevas formas de producir el arte, usando los materiales duros como el alambrón, alternando con elementos naturales, como el barro, para construir una escultura parecida a un bohío de Mali, pero en general representando una estructura metálica sin detalles, con lo que consiguió una pieza que refiere al estilo puramente primitivo artesanal. En concierto con esta escultura, el dibujo en tres lienzos de tablarroca y el video redondeaban la propuesta.
La obra presentada responde a una nueva manifestación estética que requiere una forma diferente de ver y valorar los procesos; así como los resultados, que nos acercan a la producción artística articulada con la investigación y el lenguaje conceptual. El trabajo de Yolanda Ceballos adquiere un significado de relevancia para el arte contemporáneo, por la forma simbiótica en que incorpora interpretaciones vinculadas con los cambios que experimenta una ciudad y las transformaciones artístico-visuales y matéricas, para construir, desde su experiencia emocional subjetiva y la de sus interlocutores (los habitantes entrevistados) signos bi y tridimensionales del diseño urbanístico; sus desastres humanos y sus ideales económico-políticos.
Referencias
Dondis, D. A., La sintaxis de la imagen. Introducción al alfabeto visual, Barcelona, Gustavo Gili, 1990.
Acha, Juan, Expresión y apreciación artística. Artes plásticas, Mexico, Trillas, 1992.
Michaud, Yves, El arte en estado gaseoso. Ensayo sobre el triunfo de la estética, México, Fondo de Cultura Económica, 2007.
Alejandra Estrada (dorystel@yahoo.com.mx) es investigadora del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de Artes Plásticas. Formó parte del seminario Discurso Visual. Estudio y Análisis de la Experiencia Visual Contemporánea y su Relación con las Prácticas Artísticas, impartido por el doctor Alberto Argüello Grunstein de marzo de 2017 a mayo de 2018.
Escribe el primer comentario