Los huecos del agua
Posted on 30 julio, 2019 by cenidiap
Rodrigo Rosas Torres
Hagamos las preguntas (in)necesarias:
Discriminación, múltiples violencias, racismo e historias de despojo territorial y lingüístico son algunas de las tensiones entre el Estado mexicano y las comunidades originarias que se plantean en la exhibición Los huecos del agua. Arte actual de pueblos originarios que se presenta en el Museo Universitario del Chopo hasta el 22 de septiembre.
La exhibición despliega una serie de objetos que interpelan el presente con problemáticas que tienen su génesis en la Conquista y en los procesos de formación del Estado-nación mexicano. El proyecto curatorial toma como eje rector el “pensamiento archipiélago” de Édouard Glissant. Un archipiélago es un conjunto de territorios unidos por aquello que los separa, implica un grado de performatividad donde todo es móvil, hay un dinamismo en las relaciones entre los territorios y coexisten en medio de tensiones, coincidencias, calma y caos. Suscriben, dialogan, friccionan y comparten, pero conservan su identidad. ¿Qué nos une y a la vez nos separa de las comunidades originarias?
En la sala se reconocen pinturas, grafitis, instalaciones, objetos se cimientan en los códigos visuales occidentales para subvertir y hacer visibles las tensiones, la colonialidad y el racismo de nuestra mirada. Sus operaciones simbólicas y posicionamientos van más allá de replicar estilos: se rebelan al exotismo e interpelan nuestra condición de privilegio sobre las comunidades originarias, se revelan a la mirada enunciando las fricciones con el Estado mexicano y las historias de despojo.
Andy Medina, artista de Oaxaca, presenta una instalación con una pizarra con la frase en zapoteco Lii Qui Gannalu, que significa “ignorante”; el pizarrón está frente a una silla de escuela que tiene una pata más corta sostenida por una pila de libros. Esta instalación pone en cuestión el despojo lingüístico y las relaciones coloniales que existen y se reproducen en todo el sistema educativo mexicano, que sostiene que a los otros hay que blanquearlos y someterlos.
Entender estos objetos como una asimilación de los códigos visuales predominantes del arte contemporáneo replica los modelos coloniales metrópoli-periferia pero decanta su potencial disruptivo. No obstante, se deben pensar estos objetos desde sus coordenadas geopolíticas: un Estado-nación del Sur global donde las comunidades originarias han sido oprimidas de forma sistemática. Asimismo, desplazar las obras de la estabilidad “cubo blanco” visibiliza que estas piezas no hablan de asimilación sino interpelan a leerlas desde sus contextos y disputas de “lo otro”, renunciando a lo “indígena”, un concepto mestizo que estabiliza y neutraliza la potencia del pensamiento de los pueblos originarios.
El Museo Universitario de Chopo opera como una plataforma que abre un espacio de visibilidad para estas obras y a su vez estabiliza sus significados. Habría que considerar estos objetos en sincronía con las disposiciones museográficas de diversos recintos, como la segunda planta del Museo Nacional de Antropología, donde los pueblos originarios son representados con maniquíes, el Museo de Arte Indígena Contemporáneo de Cuernavaca y el Museo Nacional de Culturas Populares. Esto permitirá vislumbrar las disputas políticas de estas piezas más allá de una estabilización de estilo, mirar críticamente nuestro presente y tejer nuevas formas de resistencia ante el despojo territorial, lingüístico y cultural de los pueblos originarios.
Los huecos del agua. Arte actual de pueblos originarios nos exige como espectadores dislocar categorías y abrir los diálogos en el archipiélago, a desestabilizar las imágenes, su lectura y la relación que establecemos con ellas. Me pregunto qué tienen que enseñarles a instituciones como el Museo Nacional de Antropología e Historia artistas como Andy Medina. ¿Qué tanto esta exhibición pone en cuestión no sólo nuestra mirada del arte contemporáneo sino la forma en la que nos relacionamos con el otro?
Artistas participantes
Octavio Aguilar (Santiago Zacatepec Mixe, Oaxaca), José Chi Dzul (Dzam, Yucatán), Abraham Gómez (San Juan Chamula, Chiapas), Sabino Guisu (Juchitán de Zaragoza, Oaxaca), Ana Hernández (Tehuantepec, Oaxaca), Carlos Martínez González (Ciudad de México), Noé Martínez (Morelia, Michoacán), Andy Medina (Oaxaca de Juárez, Oaxaca), Fernando Palma Rodríguez (San Pedro Atocpan, México), Baldomero Robles Menéndez (San Pedro Cajonos, Villa Alta, Oaxaca), José Ángel Santiago (Juchitán de Zaragoza, Oaxaca), Maruch Santiz Gómez (San Juan Chamula, Chiapas), Maruch Méndez (K’atixtik, San Juan Chamula, Chiapas), Tlacolulokos (Darío Canul y Cosijoesa Cernas, Tlacolula de Matamoros, Oaxaca), Martha López López (San Juan Chamula, Chiapas), Humberto Gómez Pérez (San Andrés Larráinzar, Chiapas), Mauro Pech (Yaxkukul, Yucatán), Reyes Joaquín Maldonado Gamboa (Sinanché, Yucatán), Colectivo de Mujeres Fotógrafas Indígenas, Juana López López (San Juan Chamula, Chiapas), Colectivo Transdisciplinario de Investigaciones Críticas y César Catsuu López (Xochistlahuaca, Guerrero).
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