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Xibalbá. El inframundo de los mayas

Rina Lazo: Xibalbá, el inframundo de los mayas

Posted on 24 junio, 2022

Blanca Lamadrid

 

 

Rina Lazo (1923 – 20019) es una reconocida artista, autora de varias obras referentes al mundo indígena especialmente a las culturas del sureste mexicano y Guatemala, su país natal, por las que está catalogada entre las grandes figuras del muralismo.

 

Uno de los trabajos que más llama la atención es su última producción: Xibalbá. El inframundo de los mayas (2019), una impresionante pintura mural que refleja aspectos trascendentales de la cultura maya referentes a la vida y a la muerte, que se exhibe en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México.

 

A lo largo de su vida se sintió fascinada por las cosmovisiones de Mesoamérica. En este mural, con una fuerza y vistosidad impresionantes, plasma de manera viva diversos aspectos de manera simultánea y armónica. Esto nos permite apreciar a detalle cada una de las referencias presentadas a partir de los antiguos relatos mayas y adentrarnos en el mundo maya.

 

La monumentalidad y técnica de cada uno de los aspectos que conforman la obra, incluyendo elementos que parecerían diminutos por sí solos, da una sensación de grandeza. La riqueza de elementos religiosos y culturales la convierten en una obra sumamente reflexiva. Logra transmitir sentimientos y formas de vida de los antiguos mayas como lo es el resurgimiento y el paso por el mundo terrenal. Presenta aspectos conmovedores como la idea de la eternidad y algunos otros, como la función del maíz como analogía de la vida.

 

 

 

Xibalbá. El inframundo de los mayas [fragmento]

Xibalbá. El inframundo de los mayas [fragmento]

 

Xibalbá. El inframundo de los mayas [fragmento]

Xibalbá. El inframundo de los mayas [fragmento]

 

 

Basta apreciar algunos detalles para entender aquella visión y comprenderla. Incluso se podría decir que la obra posee tal fuerza en los detalles y lógica en la narrativa, que podría cambiar la visión del ciclo de la vida en aquellos espectadores que con voluntad aprecien la obra.

 

Lazo presenta en la parte superior derecha a dos hombres que están cercanos a lo que parece un observatorio: Un astrónomo y un tlacuilo, así como la entrada al Xibalbá como una escalinata o camino por el que se puede descender al inframundo, que lleva a un lago del que mucho se habla en el Popol Vuh.

 

De esta manera, para encontrarse con los señores de la muerte, se descendía por un camino que llevaba a un río muy violento que debía de cruzarse para llegar al Xibalbá.

 

Aunado a esto se presentan en el mural las figuras de Mictlantecutli y Mictecacíhuatl, señores aztecas de la muerte, con lo que es fácil recordar la concepción de la muerte en México y evocar las tradiciones de nuestro país. No son figuras que infundan miedo o temor; al contrario, son seres mitológicos que nos hablan de un proceso y que armónicamente nos transmiten cierta alegría o tranquilidad.

 

A la derecha de los señores del inframundo se encuentran Hun Camé y Vucub-Camé, dioses del inframundo y máxima autoridad del Xibalbá, acompañados de Camazotz una figura muy temida entre los mayas. Ésta, a diferencia de las anteriores sí es una figura temible cuya presencia complementa el conjunto.

 

En la parte inferior izquierda destaca un autorretrato que realiza la autora justo entre Mictlantecutli y Mictecacíhuatl. Acompañado también de elementos culturales de Mesoamérica, como lo es el juego de pelota y un antiguo templo maya. Esto es importante en el conjunto porque nos da noción de la ubicación temporal y espacial del relato al tiempo que nos introducen al mundo de los mayas.

 

Sobre el lago se presenta a Hun Hunahpú dios maya del maíz, que navega mediante una canoa, lleva consigo también un penacho de plumas de quetzal y resguarda en una red maíces de colores. Hun Hunahpú visita el inframundo para recoger la semilla que germinará y dará lugar a la vida renacida.

 

Al mismo tiempo, se presentan el sol y la luna como astros que se encuentran en el inframundo y se separan para aparecer en el mundo terrenal. Esto refuerza la concepción maya de la vida y la muerte como un ciclo.

 

 

 

Xibalbá. El inframundo de los mayas [fragmento]

Xibalbá. El inframundo de los mayas [fragmento]

 

Xibalbá. El inframundo de los mayas [fragmento]

Xibalbá. El inframundo de los mayas [fragmento]

 

 

 

La vegetación de la selva maya se hace presente en el conjunto pictórico y complementa las escenas presentadas. Esto nos permite adentrarnos en las referencias de los pueblos mayas acerca de la selva y nos permite ser partícipes del relato por sus explícitos elementos. La artista nos comparte algo de lo que representa esta cultura, con tal belleza que resulta muy apreciado y agradecido por quienes contemplan la obra.

 

Xibalbá. El inframundo de los mayas es sin duda, una obra exquisita y un relato fascinante de la concepción de los mayas respecto a la vida y la muerte a partir de sus libros sagrados. Destacan aquí el amplio conocimiento de la artista, su admiración por los murales de Bonampak y las innumerables expediciones que en vida realizó al sureste mexicano y a su Guatemala natal.

 

Por otro lado, es notorio que su última obra es resultado de una técnica artística que defendió hasta sus últimos días, a la que consideró como vigente y llena de vida, la que aprendió de Diego Rivera y que hizo suya de una manera única; una recopilación al estilo muralista de todo lo vivido, por medio de la cual expresó su profundo amor por las raíces y los pueblos de Nuestra América.

 

No es desconocida su colaboración en distintas obras del maestro Diego Rivera entre las que destacan Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central, en el cárcamo de Dolores de Rio Lerma, en La Universidad, la familia y el deporte en México en Ciudad Universitaria y en El pueblo en demanda de salud (1952) en el Hospital La Raza de la Ciudad de México.

 

A esto se le puede sumar la realización a escala real los murales de Bonampak para el Museo Nacional de Antropología, así como en la Estación Bellas Artes del Metro en 1970, así como otras obras como Venerable abuelo maíz y Realidad y sueño en el mundo maya (1997).

 

Los detalles contextuales que presenta en este mural, como la flora y fauna endémicas, nos transportan al lugar y nos permiten admirar su riqueza natural. Observar a detalle la obra de Rina Lazo nos hace partícipes de las observaciones de campo que la artista realizó en el mundo maya. Es imposible no imaginarse caminando por los lugares que se relatan del sureste mexicano y entender la forma de vida que existió en ese lugar.

 

Paradójicamente, es una vivísima representación del mundo de los muertos. Resulta curiosa también la conjunción de elementos de otras culturas indígenas antiguas. La artista nos habla desde un imaginario colectivo que ha sobrevivido al paso del tiempo a través de distintas épocas y que rescata de alguna manera la identidad indígena muy bien transmitida a través de este mural.

 

 

 

Xibalbá. El inframundo de los mayas [fragmento]

Xibalbá. El inframundo de los mayas [fragmento]

 

 

Rina Lazo fue una mujer de una fina sensibilidad artística, enamorada de su tierra y de sus raíces.  Con justa razón, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura presenta su última obra al lado de los grandes murales que resguarda en el Palacio de Bellas Artes, de grandes maestros como Rufino Tamayo, Diego Rivera, David Alfaros Siqueiros y José Clemente Orozco.

 

Rina Lazo: Xibalbá, el inframundo de los mayas rinde homenaje a una gran muralista en la casa de los muralistas mexicanos. Rina Lazo se convierte en la primer mujer muralista en exponer su trabajo en el Palacio de Bellas Artes, con lo que abre la puerta al muralismo mexicano contemporáneo que, sin alejarse de sus grandes exponentes, propone una visión renovada, crítica y reflexiva, de nuestra realidad.

 

 

 

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