Rosario Cabrera y la pasión por la enseñanza
Eduardo Espinosa Campos
La primera obra que recuerdo haber visto de Rosario Cabrera (1901-1975) es el retrato al óleo de una niña, reproducido en el catálogo de la exposición homenaje al movimiento de Escuelas de Pintura al Aire Libre (EPAL) que se presentó en 1981 en el Museo del Palacio de Bellas Artes en la Ciudad de México. El cuadro representa a una niña sentada que sostiene un pedazo de papel en sus manos. La pintura se sustenta en un dibujo cuidadoso y una composición equilibrada; el cuerpo frágil abarca el lado derecho de la tela, en el sentido del ángulo inferior del cuadro, dejando el aire suficiente en el extremo opuesto para acentuar el mundo privado y el candor de la retratada. Su rostro es de facciones finas y sus alargados y melancólicos ojos miran directamente al espectador. Esta obra se quedó grabada en mi memoria, con el nombre de su autora y su vínculo con las EPAL. Sabía, entonces, que Rosario Cabrera había sido maestra de estas escuelas y nada más. Continuar Leyendo →