Aquino

Jorge Pérez Vega y Arnulfo Aquino, Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca, noviembre de 2024.
Alberto Híjar Serrano
Cenidiap/INBAL
Compañero de viaje desde siempre, Arnulfo Aquino organizó el trabajo cultural colectivo desde que asistía a mi curso en la Escuela Nacional de Artes Plásticas, sita en la antigua Academia de San Carlos con grupos vanguardistas encabezados por Hersua, Sebastián, entre otros, la ironía y el sarcasmo del grupo de jóvenes que pusieron truzas a las esculturas griegas del patio principal transformadas así en eróticas poses. La Victoria de Samotracia del centro del patio quedó como señal del aeropuerto marcado en el piso. Toda una praxis estética del espacio arquitectónico.
No apuntaba nada pero se mantenía atento, por lo que me atreví a preguntarle un buen día por su actitud para recibir a cambio la invitación para presentarme el grupo de trabajo con todo y Rebeca Hidalgo, su compañera en una parte de su vida. La recuerdo preguntándome preocupada si sabía dónde andaban Aquino y sus cuates entre los que estaba Melecio Galván con todo y sus primeras historietas de excelente dibujo, algunas con la figura de Amaranta, su querida hija. Yo sabía que andaban bebiendo y haciendo quesadillas en algún zaguán de los alrededores de la Escuela donde empieza el mercado de La Merced. Supe de su viaje a San Rafael Atlixco, rumbos de Melecio, donde su auto acabó estacionado en medio de una milpa. Todo esto construyó un grupo cultural muy activo como prueba histórica y social del modo reventado de organizarse, planear, hacer, convivir, con cervezas y chicharrones con nopales de por medio.
Hasta California llegó el grupo que adoptó el nombre de Mira ilustrado por la mira de un fusil y el círculo con el blanco. Carpetas con valiosa calidad de praxis estética llevada a un mural en la escalera de la ENAP, antes de otro en la Escuela Popular Activa con la cocacola en sección áurea como referente de la cultura dominante.
En la Escuela de Diseño y Artesanías, todavía conmigo como profesor y luego con la joven maestra Silvia Fernández egresada de la Universidad Iberoamericana, fue concretado el diseño gráfico colectivo que culminaría en la organización de la Escuela de Diseño ya separada de las artesanías, instalada en una casa en Xocongo por el extremo poniente de La Merced, rumbo popular siempre encontrado y significado por el Grupo Mira. Fundamental fue su relación significante con la Tendencia Democrática, poderosa organización de electricistas insumisos. Llegó luego la fundación de la Escuela de Artes de la Universidad de Puebla en situación de insurgencia popular.
Participante en esta historia de praxis estética, el Grupo Mira con Aquino, Rebeca Hidalgo, Melecio Galván, Jorge Novelo, Jorge Pérez Vega, Crispín Alcázar y Eduardo Garduño y los adherentes en cada lugar activado por el diseño popular culminado en un Comunicado Gráfico en heliográficas, técnica difundida y perfeccionada por el Grupo, igual que la serigrafía.
Dejó Aquino constancia de todo esto en introducciones, reseñas y textos históricos, además de la publicación de varios libros fundamentales. Afectado por la pérdida de vista y un deterioro físico, Arnulfo Aquino dejó una vida y obra ejemplar. En especial, los usos de la serigrafía a color queda como modo ejemplar de desarrollo de una técnica al servicio de la praxis estética a la que dota de un recurso de reproducción de alta eficacia con el trabajo de los grupos que emulan a Mira.
Hasta siempre, queridísimo Arnulfo.